Sanación Niño Interior

Dentro de cada uno de nosotros, en un rincón profundo y a veces olvidado, reside nuestro niño interior. Esta presencia guarda nuestras primeras experiencias, emociones y recuerdos, tanto de alegría como de dolor. Para algunos, este niño interior es una fuente de creatividad y curiosidad; para otros, es un niño herido, atrapado en el tiempo, cargando con las cicatrices de traumas pasados, abandono, rechazo o falta de amor. Un niño interior herido vive en el eco de esas primeras heridas, en esos momentos donde el mundo, de alguna manera, le falló. Tal vez fue una palabra dura de un ser querido, una promesa rota, o una carencia de afecto que dejó una marca indeleble. Estas experiencias, aunque aparentemente olvidadas, siguen resonando en nuestra vida adulta, influyendo en nuestras emociones, comportamientos y relaciones. Este niño herido puede manifestarse como miedo al abandono, inseguridad, autoexigencia o una constante necesidad de aprobación. Las consecuencias de ignorar a este niño interior herido son profundas. La carga emocional no resuelta se convierte en un peso que afecta nuestra salud mental y física.

Las emociones reprimidas emergen como ansiedad, depresión o ira. Nuestras relaciones personales sufren, ya que los patrones de comportamiento aprendidos en la infancia continúan replicándose, creando ciclos de dolor y conflicto. La vida pierde su brillo, y cada día se siente como una lucha. Sin embargo, reconocer y sanar a este niño interior herido es posible y transformador. Es un acto de amor profundo hacia uno mismo. Es como abrir una ventana cerrada durante mucho tiempo, permitiendo que el aire fresco y la luz inunden cada rincón oscuro de tu alma. Al darle espacio para que se exprese, le permites sanar las heridas del pasado y liberar los patrones negativos que han moldeado tu presente. Es un proceso de redescubrimiento, donde cada lágrima y cada risa te acercan un poco más a tu esencia verdadera. Con cada paso que das hacia la sanación, sientes cómo se despiertan en ti la creatividad y la espontaneidad que pensabas perdidas. Las actividades que antes parecían triviales ahora se llenan de significado. Pintar, escribir, bailar… todo se convierte en una expresión auténtica de tu ser, un tributo a ese niño que siempre ha estado ahí, esperando ser reconocido y amado.

Sesión Privada
online o presencial
Duración entre 60 y 90 minutos cada una.
Precio sesión 90 €